Las patas de gallo son ligeras líneas de expresión que se forman en el contorno de los ojos a medida que la piel pierde firmeza. Por lo general, aparecen debido a las tensiones musculares, dichas tensiones faciales estiran la superficie del cutis volviéndose cada vez más profundas a medida que van pasando los años.

Su aparición se suele ver acelerada por factores como falta de hidratación facial, excesiva exposición al sol o una piel reseca y sensible. Pero sin duda, tenerlas es solo cuestión de tiempo, aunque se pueden ralentizar sus efectos con tratamientos que ayudan a prevenir su presencia temprana, y disminuirlas si ya se sufren. 

¿Qué causa las patas de gallo?

Contrario a la creencia popular, las patas de gallo no están directamente asociadas con el envejecimiento de la piel, sino más bien con la expresividad del rostro. Estas arrugas aparecen cuando una proteína que le da firmeza al cutis, al igual que lo hace el colágeno comienza a producirse en menor cantidad, esta proteína es la que se conoce como elastina.

Otras de las causas que originan la aparición de las patas de gallo son:

• Problemas de visión

Padecer de patas de gallo a temprana edad está casi siempre relacionado con problemas en la vista, ya que el sufrir algún tipo de trastorno ocular ocasiona que se fuercen los músculos faciales cercanos a los ojos para tratar de enfocar la vista. Este pequeño movimiento origina que los músculos que están alrededor de los ojos se contraigan y se tensen haciendo que la piel que los cubre se debilite.

• Hígado debilitado

Los órganos internos están enteramente relacionados con la parte externa del cuerpo, en el caso del hígado este está relacionado con el contorno de los ojos. Cuando esta parte del rostro presenta líneas de expresión a temprana edad puede ser síntoma de que algo no anda muy bien con tu hígado.

Esto puede ser provocado por llevar una mala alimentación con alto consumo de azúcares y grasas. El tener exceso en el consumo de bebidas alcohólicas y tabaco también contribuye al deterioro del organismo.

• Déficit de silicio

A medida de que el cuerpo se va haciendo más viejo este pierde la cantidad de silicio retenida en el organismo. El silicio es un mineral fundamental que interviene en los procesos regenerativos del tejido cutáneo. Además, también contribuye en el crecimiento de los huesos, las uñas y el cabello. Es por esto que siempre se aconseja el ingerir suplementos que contengan silicio orgánico líquido.

Productos para tratar las patas de gallo

Hoy en día, es fácil encontrar un tratamiento médico-estético que ayude a combatir la presencia de las patas de gallo de forma rápida y sin complicaciones. Entre los tratamientos más efectivos se encuentran:

Cosméticos rellenadores

Son ideales para aplicar cuando las arrugas no son tan marcadas ni profundas. Dentro de este tipo de productos se destacan dos que son las cremas de uso diario y las ocasionales. Las primeras permiten que se minimice las patas de gallo haciendo que estas no ganen profundidad. Las cremas que suelen ser de uso casual tienen efectos más puntuales, lo que quiere decir que duran pocas horas, por lo cual su uso no está indicado para ser por largos periodos de tiempo.

Ácido hialurónico

Este un tratamiento que es conocido desde hace ya varios años y es capaz de brindar grandes beneficios a la piel dejándole resultados mucho más naturales. Este producto remodela el contorno de los ojos devolviéndole a la piel el ácido hialurónico que ha perdido.

Peelings 

Este tratamiento es indicado cuando las patas de gallo aparecen de una manera muy fina, y consiste en exfoliar la piel con ayuda de ácido salicílico, el cual elimina las células muertas quitando las impurezas y renovando la piel. ¿El resultado? Una piel más tensa, firme y radiante.

Recomendaciones para prevenir la aparición de arrugas

Además de los tratamientos cosméticos, se pueden prevenir las patas de gallo y otras líneas de expresión con ciertas acciones y cuidados como:

• Mantener una buena higiene facial.

• Protegerse de los rayos del sol.

• Utilizar las cremas hidratantes según cada tipo de piel.

• Exfoliar y tonificar la piel regularmente.

• Dormir las horas necesarias.

• Realizarse masajes faciales de forma frecuente.

En esta categoría hallarás variedad de opciones para disminuir la incidencia de las patas de gallo en el rostro.