Padecer de insomnio es más común de lo que puede pensarse. Es común creer que no se trata de algo más que una incomodidad, pero la realidad es que, si no se controla, puede llegar a tratarse de una enfermedad crónica con un impacto negativo para la salud y el bienestar de quien la padece.  

Causas del insomnio

Los factores desencadenantes del insomnio pueden clasificarse de la siguiente forma:

• De origen médico. Se asocia con determinados trastornos o enfermedades que pueden abarcar desde dolores (migrañas, fibromialgia), trastornos digestivos u otro tipo de enfermedades que aumentan la incomodidad y dificultan la capacidad de conciliar el sueño. También se incluyen problemas mentales como ansiedad, depresión, estrés, entre otras. 

• De origen externo. En esta categoría se toman en consideración factores como cambios de hábitos, viajes transoceánicos, cambios de clima, altas temperaturas, entre otras que modifican los hábitos y con ello los ritmos de conciliar el sueño. 

Consecuencias de no dormir adecuadamente

Cuando el cerebro no descansa de manera apropiada, sus capacidades disminuyen durante el día. Las consecuencias de esto derivan en que la persona puede sentirse más lenta, con dificultad cognitiva, menor rendimiento, irritabilidad, mal humor, e incluso sensación de embotellamiento.  

Físicamente, se puede experimentar aumento de peso, e incluso desarrollar otros problemas de salud como diabetes o migrañas. 

Si el insomnio no es atacado a tiempo, puede ir progresando hasta volverse un problema crónico. Para ello puede ser útil recurrir a determinados medicamentos que coadyuven con la conciliación del sueño.

 Productos de venta libre para dar alivio al insomnio

La mayoría de los productos de venta libre indicados para dormir, incluyen en sus recetas antihistamínicos, es decir, tienen la capacidad de ejercer acción sobre la histamina, una sustancia activa del Sistema Nervioso Central.

En el mercado existe una amplia gama de productos orientados a dar alivio a los síntomas de esta molesta afección, entre estos se destacan: 

Dormidina 25. Inicialmente, este fármaco se utilizaba como antialérgico, pero debido a sus altos efectos induciendo al sueño, se comenzó a indicar para atacar el insomnio. Está compuesto por un antihistamínico llamado Doxilamina, medicamento de primera generación que tiene la propiedad de inhibir los receptores cerebrales estimulantes, y con ello minimizar el tiempo que toma conciliar el sueño.  

Las dosis de consumo de la Dormidina son bajas, y su eficacia alcanza hasta los 25 mg al día, la cual es la dosis más alta recomendada. 

Dormidina 12.5. En aquellos casos en que la Dormidina de 25 mg resulte muy fuerte y genere sensación de somnolencia durante el día, se recomienda reducir la dosis a 12.5 mg. Hay doctores que recomiendan comenzar con cantidades más bajas, y de no obtener resultados, incrementarla. 

Normalmente la Dormidina de 12.5 mg es efectiva en casos de insomnio ocasional, donde hay dificultad para conciliar el sueño por motivos puntuales, y con la finalidad de dar descanso al cuerpo.

Soñodor Difenhidramina 50 mg. Indicado para casos de insomnio eventual, como una ayuda para lograr el sueño y la tranquilidad requeridos por el cuerpo para el normal desenvolvimiento.  Al igual que los anteriores inhibe la acción de la histamina para obstaculizar los receptores centrales y permitir la sensación de sueño. 

Ninguno de los comprimidos anteriormente nombrados son aptos para uso en niños o personas adultas mayores. Su administración se indica por un período no mayor a 7 días.  

Valdispert 450 mg. Estos comprimidos están elaborados con valeriana, una planta con propiedades relajantes, que además de calmar estados de nervios, ansiedad o irritabilidad, permite la conciliación del sueño. Al ser de origen natural puede ser administrado a niños a partir de los 12 años y adultos; y puede consumirse por periodos mayores a 14 días. 

Arkopharma Valeriana 350 mg. Esta planta ha demostrado ser eficaz disminuyendo el tiempo que toma dormirse, y la calidad del descanso. Trabaja ayudando a que los neurotransmisores GABA desempeñen su función de minimizar la actividad neuronal y permitan la relajación necesaria para alcanzar el sueño.  

Los efectos de la valeriana se comienzan a sentir de manera gradual. Por ello, para conseguir mejores resultados, se recomienda su uso por un periodo de 2 a 4 semanas. 

Estos medicamentos son más efectivos si son administrados por cortos períodos de tiempo, ya que el cuerpo tiende a desarrollar tolerancia a medida que se consumen. 

Para obtener resultados exitosos, es fundamental ayudarse con cambios de hábitos que faciliten la tarea de relajarse y conduzcan al cerebro al estado ideal para la consecución del descanso profundo.